martes, 24 de agosto de 2010

nArRaCiOn De MoScAs

Jimmi está durmiendo y las moscas me están comiendo vivo. He acabado con siete de ellas, creo, todo está muy humeante. No sé de qué va la cosa, se oyen gritos infantiles y correas que gimen. Suena a viento inefable y a madres con carritos.
Las destrozaría vivas, sólo van a la carne, y mira que hay poca, no son listas. ¿Estaré lleno de mierda?, en verdad me siento pegajoso, mis dedos huelen a carbón y si los junto se pegan. Mi pelo al tacto es como la ceniza, también debo de tener la cara grasienta.
Aquí todo está sucio, no me extraña nada, no quiero hablar de responsables porque no acostumbro a hablar de mí. Cortamos la línea de agua y esperamos a que se secara el charco, nada más. Para contribuir a la desazón, inquieto, aterrado, como es que ha contribuido tan obviamente, hemos expulsado casi el sesenta por ciento de los insectos carnívoro-licuó fagos, respetando el hábitat tan solo de las grandes especies, especies que a la sazón ya están acostumbradas a nuestras carreras y tan bien adaptadas: Anastasia y Valkiria e hijos, también carnívoros.
De todas formas, creo que mi camiseta carece de suficiente roña, es blanca, así que se ve que no está tan mal, polvo y alopecia.
Aquí estamos pues, Jimmi y yo, servidos en plato caníbal, con todo el equipo en marcha y los cables serpenteando por el suelo. Esto debe ser malgastar el día, diría yo, o Jimmi, que está como una sopa sobre los dos pequeños sofases en una síntesis acurrucada y templada. O bien podría decir que Jimmi está malgastando, aunque cómodamente, su día, porque yo al menos lo estoy narrando, ¿no?.
-Inevitablemente el narrador se puso a reír un poco –Asby, pásame ese cable- dije yo –Asby, pásame ese cable- inevitablemente el narrador se puso a reír un poco –Asby, pásame ese cable –dije yo- no, el que tienes bajo tu culo- dije yo- inevitablemente el narrador se puso a enchufar algunos cables- perfectamente podría estar dentro del sueño de Jimmi:
Se oye el sonido de los pájaros, hablando de plumas y de comida, y de los árboles donde anidan, y aún gritan los niños, y el viento aúlla en silencio entre las vibraciones de nuestro equipo en marcha.
Es como estar de puta madre, solo que malgastando el día rodeado de un montón de asquerosas moscas.

4 comentarios:

  1. Que sepas que Jim sólo buscaba la paz y la calma del Bodhisattva a través de la medita Zion y el reposo...que hay que explicarlo todo...

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  2. Pues a mí esto me ha sugerido... a una pareja de electricistas reventando a la hora de la siesta en algún pueblo manchego o andaluz, trabajando entre cables... vaya rallada. Moscas comiéndose tu salchichón (ese que compraste de oferta en el super con el dinero ganado por el sudor de tu frente)...

    Un abrazo

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  3. los cables son de nuestro equipo de sonido musical...no hay electricistas lo siento.
    muchas greacias por comentar

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