jueves, 30 de septiembre de 2010

1M

1M, otra vez recto, sobre mis pasos, siempre recto, a un metro, recto. Con el hígado en la sangre, un crepúsculo por aliento, apesta, apesta a lugar vacío y no hay remedio, ni despedida, el tiempo no espera, ya llega el bus, llega siempre tarde, a la hora del anáfora, porque no estoy brillante, tengo cardos en los dedos, ahhhh, cama te echo de menos, coma, te dedico esta noche, ha sido un entrenamiento y te cogeré sin pensarlo, sin más miramientos, en verso libre, yaceré en tu almohada y la violaré, mi lengua inconsciente va a ser tu amante y quedará la huella de mi pensamiento inscrita en ti porque querré escribir mientras duermo, querré hacerlo todo en sueños, donde no hay barreras, yo soy tu amo, y te diría que me recordases, pero mañana seré otro, seré yo mismo, es decir, nada. Tendré resaca, tendré ganas de hacer cosas, pero me levantaré tarde y serás testigo, testigo fiel de mi vida aciaga.
Porque querré hacer cosas, querré, querré dormir más y querré estar despierto, querré tocar las cuerdas de Holly mientras duermo, pero en vez de eso me haré unas lentejas y no terciaré palabra, más que formalidades, seré yo mismo y no lo quiero. Ahora hace frió, el 1M está cerca, los pulmones se entregan, respiran si no lo pido, es magia, es normal, como debiera ser siempre, instinto automático, cadáver artístico.
Me haces temblar 1M, la noche fue larga, aquí me tienes, sosteniéndome en tinta azul en un cartel de carnaval, aquí me tienes, desbocado como el destino, párate, no puedes, sé racional, tampoco, quiero comer albóndigas, lo que sea, mi amante está en la cama, de tela suave está hecha, aguanta estoica a que yo llegue sin preguntarse con quién estoy. La noche aciaga termina, no fue tanto, de hecho tuvo su punto, qué pena que el mundo no sea una noche, una pena que la prole te vea y no diga nada, una pena para mi.
Aquí sentado, en mitad del asfalto, rodeado de frió, de hierro y de cristal, de arcadas ajenas. Otra vez igual, sintiéndote sólo, vacuidad.
Sé tu mismo aunque sólo sea en el papel, selo, por dios, por la obscuridad de la falsa esperanza, por el recóndito lugar que alberga tu salvación.
Dios como apesta este autobús.

No hay comentarios:

Publicar un comentario